Wednesday, February 23, 2011

Admira lo que eres, lo que haces

“Muchas personas admirarían o envidiarían mis recursos profesiones y los utilizarían para ayudar, y vivir de ello, mejorar sus vidas y ayudar a que otros mejoren la suya”
Parece que lo precario en mi vida es la actitud o la forma más cómoda para ser y participar en la vida sin asumir mi propósito de vida y dejándome morir, marchitar mi esencia. Si me quedo con lo que me dijo una persona “tu estás aquí para ser ejemplo” “si tu puedes conseguirlo, el otro también” “estas aquí para trasmitir conocimiento”. Ahora recuerda las situaciones que tanto has recordado y te servirán en el aquí y ahora para conectarte con tu propósito de vida. Esas situaciones están llenas de superación, fuerza, creatividad, con una gran capacidad de perdonar, de escuchar, de ayudar al otro, de ser diferente al resto. Ese es tu propósito de vida.
Si tienes que utilizar lo precario, utilízalo, pero sin olvidad tu propósito de vida. Recuerda que en tu vida nunca has permitido que nadie te desvié de tus objetivos, además con una actitud correcta. Con el objetivo fijo de olvidarte de lo precario, y si hay que estar en esa situación porque beneficia una urgencia material, utilízalo. Estamos en unos momentos que hay que ser “todo terreno “pero siempre con un fin y siguiendo viviendo según tu propósito de vida, tu misión de vida. Así lo precario desaparecerá de tu vida.

Las personas que conocemos

Me planteo la amistad de las personas que conozco y están dentro de mi vida social. ¿Hasta qué punto son amigos? O mejor dicho ¿hasta qué punto los siento de cercanos y de auténticos? Desde luego ya llevo tiempo sintiendo que esa autenticidad no es tan autentica o que he esperado algo que seguramente las circunstancias, las personas no son las adecuadas a lo que yo busco como amistad, o como yo demuestro la amistad. En resumen son simplemente contactos, conocidos, personas que simplemente están y es ahora cuando quizás esa autenticidad sea autentica porque reconozco lo que realmente puedo esperar. Y está bien, es de agradecer.
Si esperas algo de alguien, espéralo sólo de ti mismo, porque en la mayoría de las ocasiones los demás solo están en estado de pendiente, ya que son un regalo, y mejor que ese regalo sea desde la autenticidad de esas personas, sino uno es como un mendigo esperando ser rescatado por los otros sin tener la responsabilidad de quien se tiene que rescatar y acoger es desde uno mismo, y lo que llegue de fuera bienvenido sea, es un regalo, un extra. Reconoce a las personas sin esperar nada de ellas, sólo de ti mismo, porque eres él que inició el viaje y terminará el viaje de esta vida se marchará como vino. En soledad. Sólo que cuando llegaste uno se alegraron y otros les dio igual, y cuando te marches, unos lloraran tu partida y otros no.
Sean como sean las personas, las sientas, las percibas, las vivas, deja que estén y sean como quiera ser, comparte hasta el punto que reconozcas que quieres tu también compartir, aprende y deja que puedan aprender de ti, siempre que quieran, y aprende tu siempre que quieras. Exprésate siempre como eres, con tu esencia, independientemente de los otros, pon el límite oportuno, respeta tu espacio, tu cuerpo, tu esencia y respeta el espacio del otro como quieras que te respeten. Solo reconociendo a las personas sabrás qué punto quieres compartir con los demás.